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La escultura y el paisaje

Babur Blanca con Chalchitepec en Dilao campo escultórico, Tepoztlán.

A diferencia de otras artes visuales, para las que un muro liso y una buena iluminación son suficientes, la escultura ocupa tres dimensiones y por lo tanto está en diálogo constante con su entorno. Dilao ofrece un espacio ideal para apreciar las esculturas de su colección, que pueden admirarse a la distancia, desde distintos ángulos y, finalmente, en primer plano. 

 

Además, en Dilao es posible explorar las piezas con el tacto, una dimensión muy importante que casi siempre está fuera del alcance del espectador. Tocar las piezas, sentir su temperatura, su forma y textura, acercarse a las características del material y experimentar de primera mano su efecto enriquece la experiencia de contacto con el arte. 

 

logo dilao

La naturaleza y el paisaje imponente del Cerro del Tesoro dan el medio y la escala para la experiencia sensorial de las esculturas, cada una dentro de un escenario particular creado con elementos minerales y vegetales que aportan el entorno inmediato. A su vez, el conjunto busca la armonía o el contraste, un juego con infinitas posibilidades donde el observador es el detonante de la experiencia.  

 

En otras palabras, Dilao está calibrado para inducir una experiencia sensorial expansiva, lúdica y juguetona, divertida y placentera; para provocar el deleite de la sorpresa y el asombro. Se trata de un efecto directo que provoca una sensación de bienestar y relajación, que abre la mente a posibilidades insospechadas, e involucra la participación activa del visitante. 

Atardecer en Dilao, campo escultórico en Tepoztlán.
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